Vuelta de España

Los acontecimientos se desarrollan a una velocidad tan vertiginosa que no me ha quedado tiempo de volver al blog desde antes de nuestro viaje relámpago a España. ¡Qué grande la selección, el país necesitaba una alegría así! Ya se está hablando que al ser campeones, en vez de tener al fin de año un -0,7 del PIB igual acabamos en positivo. Increíble, increíble, lo que no pueda el fútbol...
Aquí el tiempo, como se acostumbra a decir, variable. Tras la comida nos hemos sentado en una terracita para el café y sol machacaba con justicia... al rato el cielo se ha puesto más negro que el carbón y ha empezado a descargar una tromba de agua. Pero coño, yo creía que en esta pais estaban preparados para eso, pues, ja, de eso ná. !!Se ha liado parda!! Aquí cae una gota fría de las nuestras y la ciudad queda bajo las aguas, como Venecia, con canales navegables. Eso sí, la gente lo asume con resignación y nadie se queja. ¿No será que en España no hemos vuelto demasiado tiquismiquis, y ante cualquier adeversidad climatológica echamos la culpa al político de turno: que si falta de planificación, falta de medios,...? Pues aquí con un rato de lluvia fuerte la ciudad repleta de charcos, los túneles para el tráfico inundados, caos circultario como nunca visto, ramas caídas... pero como decía, la gente aguanta estoicamente, sin quejarse. Por ahí, creo que los Españoles tenemos mucho que aprender.
Ah, y con respecto a la visita a la terreta, debo hacer justicia y nombrar, conteniendo las lágrimas, la cena que la familia Chema - Sheila nos ofreció: gamba roja y atún de hijada todo ello acompañado de un vinito blanco alicantino, hasta reventar... Dios, si pienso con fuerza todavia puedo sentir en el paladar los jugos succionados a las cabezas de semejante crustáceo, delicia de los más prestigiosos gourmets.... Aúpa Chema que se levantó a primera hora para ir el mercado!